Compartir coche, sofá y hasta herramientas... El consumo colaborativo se convierte en la forma más eficaz y sostenible de ahorrar

El dicho 'compartir es vivir' toma cada vez más sentido en la sociedad actual. Los consumidores llevan tiempo pensando en la palabra 'comprar' cuando necesitan adquirir bienes o servicios, pero los términos 'compartir', 'intercambiar' o 'alquilar' están cada vez más latentes entre el vocabulario de los usuarios, los cuales intentan encontrar las formas más asequibles de satisfacer sus necesidades.

En este contexto, el consumo colaborativo se ha convertido en una de las salidas más populares entre los ahorradores. Este concepto logra englobar iniciativas donde los usuarios se ponen en contacto a través de plataformas online para compartir y alquilar todo tipo de productos por costes más baratos de que lo que se pueden obtener en el mercado convencional.

"Este enfoque se distingue del modelo económico tradicional por priorizar el acceso sobre la propiedad y fomentar una participación activa de los usuarios en la economía a través de diversas prácticas, como el intercambio, el alquiler de corto plazo y la venta de segunda mano. Este modelo ha ganado popularidad a nivel global gracias al avance tecnológico, el interés por prácticas sostenibles", explica a 20minutos Diego Santos, profesor de EAE Business School

Si bien es cierto que este modelo surgió como resultado de la crisis financiera y la continua subida de los precios, también ha logrado ofrecer otros beneficiosos a los consumidores. Gracias al consumo colaborativo, los usuarios tienen una mayor concienciación sobre el medio ambiente y tratan de ser más responsables con su entorno, reduciéndose así la producción masiva.

"El consumo colaborativo representa una transformación significativa en la manera en que accedemos y utilizamos bienes y servicios, brindando una serie de beneficios tangibles para los usuarios. Entre estos, el ahorro económico destaca como una ventaja primordial y desempeña un papel crucial en la promoción de una economía más sostenible", cuenta Santos.

Sin embargo, hay diversos formas de realizar consumo colaborativo y, cada una de ellas tiene sus ventajas. Según datos de la OCU, hay más de 400 plataformas de distinto ámbito que te ayudan a escoger el tipo de servicio que te interese, desde alojamiento hasta movilidad. Aunque se espera que el número vaya en aumento ya que, en 15 o 20 años, esta tendencia podría convertirse en una de las mas importantes y en una clave para la transformación del mercado.

"El futuro del consumo colaborativo parece estar marcado por una creciente regulación, lo que refleja su evolución desde una novedad a una parte integrante y significativa de la economía global. El consumo colaborativo continúe creciendo de manera sostenible, fomentando la innovación y ofreciendo beneficios tanto a los usuarios como a la sociedad en su conjunto", afirma el profesor.

Tipos de consumo colaborativo

Hay distintas formas de entender el consumo colaborativo, sin embargo, está más presente en nuestro día a día de lo que realmente sabemos, como por ejemplo en el mercado de redistribución. Cuando ya no vamos a dar uso a un producto y lo reciclamos para que pueda usarlo otra persona, estamos aumentando el ciclo de vida del producto a la vez que estamos haciendo un favor al bolsillo. Un ejemplo de estos son mercadillos de segunda mano en los que podemos ganar dinero vendiendo artículos que no utilizamos y ahorrar comprando otros con costes más baratos.

El conocido como peer-to-peer (persona a persona), es otro de los ejemplos de consumo colaborativo. Aquí, personas que tienen intereses comunes se juntan para compartir a nivel local. Por ejemplo, las empresas pueden reducir gastos compartiendo espacio donde trabajar a través de un coworking o los vecinos haciendo uso de huertos urbanos y compartiendo espacios para aparcar.

Por otra parte, el consumo colaborativo se hace cada vez más popular en el área de los productos y los servicios y, en particular, en el mundo del transporte. Cada día son más los usuarios que comparten trayectos con desconocidos con los que comparten destino para reducir el gasto en combustible y contaminar menos.

Cómo sacar partido al Consumo Colaborativo

Para poder sacar el máximo beneficio a este tipo de mercado, es necesario hacer una reorientación hacia las raíces comunitarias. "Este enfoque rememora las economías de intercambio tradicionales de los pueblos, donde lo primordial no era el lucro, sino satisfacer las necesidades mutuas a través del compartir recursos. Internet ha sido un catalizador para revivir esta práctica, brindando plataformas que facilitan exactamente este tipo de interacciones", cuenta Santos.

Para poder aprovechar de manera plena el consumo colaborativo, los usuarios deben estar enfocados en crear y participar en comunidades en las que se priorice la confianza así como el beneficio mutuo. "Al hacerlo, no solo se maximizan los beneficios individuales y comunitarios derivados del consumo colaborativo, sino que también se contribuye a forjar una economía más sostenible y equitativa", añade el profesor.

Plataformas de consumo colaborativo

Tal y como acabamos de ver, el consumo colaborativo se puede llevar a cabo en los diferentes ámbitos de la vida y para casi todos ellos existen plataformas que ayudan a los usuarios a practicarlo. Por ejemplo, los amantes de la segunda mano, cuentan con aplicaciones como Vinted, Wallapop, Freecycle, Percentil o Etsy, donde pueden promocionar sus artículos a la vez que comprar los de otros usuarios por precios económicos.

Por otra parte, quienes quieran recorrer el mundo sin gastar mucho pueden acudir a plataformas como Gamping, a través de la cual los usuarios alquilan sus parcelas privadas para que los viajeros puedan hacer camping. Otra opción para este grupo es Couchsourfing, una aplicación que permite a los propietarios ofrecer su sofá o incluso una habitación a los viajeros.

Los que quieran implementar este modelo en su día a día, las plataformas Banco del Tiempo y Taskarabbit son perfectas. A través de ellas puedes intercambiar servicios y habilidades con particulares, es decir, si un usuario sabe jardinería y el otro fontanería, uno le ayuda a otro con el jardín y el otro le ayuda con un problema en las tuberías y todo de manera gratuita.

En el ámbito profesional, destaca WeWork, una compañía que ayuda al resto de empresas a encontrar espacios de trabajo compartidos. Además, si quieres emprender, Verkami te ofrece la oportunidad de organizar un crowdfunding a través del cual otros usuarios te ayudan a sacar adelante tu proyecto. Por último, si necesitas maquinaria o herramientas para llevar a cabo tu idea, podrás alquilarla en las páginas de El Alquilador o Leroy Merlin.

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