Como cada mes de septiembre, Apple nos ha deleitado con novedades en sus dispositivos estrella. Además de presentar los nuevos iPhone, de los que pronto te contaremos cosas, los de Cupertino han sacado al mercado un producto que marca un punto de inflexión en la compañía: ya están aquí los AirPods 4 y vienen con muchas mejoras.
La principal es que añaden cancelación activa de ruido a su tecnología interna. Y vaya si cambia la cosa. Otra novedad es que esta generación, por primera vez, viene en dos versiones: una con ANC y otra sin, lo que hará que su precio varíe 50 euros entre un modelo y otro. Esto era un secreto a voces, pero también un cambio muy bien recibido entre los usuarios.
En 20bits hemos probado los nuevos AirPods 4 con cancelación activa de ruido y ya te adelanto que Apple ha hecho bien los deberes y viene pisando fuerte en auriculares este año.
Diseño conocido
Poco puedo contar nuevo del diseño de los AirPods ‘básicos’. En primer lugar, si te estás preguntando si hay diferencias estéticas entre las dos versiones de esta cuarta generación, la respuesta es no. Son idénticas.
En un primer vistazo también se puede apreciar que Apple ha diseñado los nuevos AirPods 4 con un cuerpo un poco más corto que la generación anterior y también con un estuche más pequeño. Ambas cosas me parecen acertadas, ya que añaden comodidad a la hora de manejar y usar del producto.
Que tengamos una patilla más pequeña no significa que perdamos el manejo por gestos. La cuarta generación de AirPods mantiene los controles táctiles mediante presión para gestionar la reproducción de audio y las llamadas, así como la activación o cancelación del ANC si utilizas la versión que incluye esta tecnología.
Eso sí, aunque estos auriculares reciben muchas de las funciones y de la tecnología avanzada de los AirPods Pro, se quedan sin una de mis cosas favoritas: no admiten gestos para subir o bajar el volumen. Sé que no se puede tener todo, pero realmente es algo que yo echo de menos —siempre nos quedará gestionarlo a través de la corona del Apple Watch—.
Sí que añaden algo bastante chulo para compensar esta ausencia: puedes gestionar llamadas con gestos de la cabeza. Así, si la mueves arriba y abajo responderás a la llamada y si la mueves de un lado a otro la rechazarás —también puedes ponerlo al revés, aunque puede que te hagas un poco de lío—.
En cuanto a su forma, personalmente durante años defendí los auriculares sin almohadillas por encima de los que no las tienen, pero tras ser usuaria de los AirPods Pro mi perspectiva cambió un poquito.
Es cierto que, en general, pueden resultar más agradables de llevar —sobre todo para largas jornadas— unos auriculares que no queden tan fijos en el canal auditivo como los que llevan almohadillas.
Sin embargo, hay que reconocer también que la sujeción y sensación de agarre que te dan unos auriculares con almohadillas no te las dan los que son de tipo ‘abierto’. A cambio, claro, tenemos menos presión en estos últimos y, por lo tanto, nos pueden resultar más cómodos de llevar más tiempo seguido, como mencionaba antes.
Según los de Cupertino, están diseñados con un sistema de modelado 3D para mejorar el ajuste al canal auditivo. En mi caso se ajustan correctamente, aunque obviamente hay diferencia con los AirPods Pro. En situaciones con movimiento, o en casos en los que te colocas el auricular rápidamente, se me han llegado a caer.
Y hablando de movimiento, aunque depende de qué ejercicio hagas puedes sufrir lo que justo comentaba respecto al agarre, los nuevos AirPods 4 tienen una calificación IP54 que los hace resistentes al polvo, sudor y agua, de manera que la teoría nos dice que podrías entrenar con ellos sin que te den problemas técnicos —los físicos ya serían otra cosa—.
Otra cosa que perdemos con unos auriculares sin almohadillas es el efecto vacío y la sensación de aislamiento que este conlleva. No obstante, en el caso de los AirPods 4 con ANC me ha sorprendido bastante lo conseguido que está esto teniendo en cuenta la ausencia del elemento físico —es decir: la almohadilla—. Pero de esto te hablaré cuando entremos en el terreno de la cancelación activa de ruido.
Para finalizar el apartado del diseño, el estuche de carga se ha reducido un 10% y, como los auriculares, viene con resistencia IP54. Tiene puerto de carga USB-C y es compatible con MagSafe, el cargador del Apple Watch o un cargador con certificación Qi. Y, como extra, en la versión con ANC, añaden un pequeño altavoz que funciona para la aplicación ‘Buscar’.
Además, el botón que habitualmente encontrábamos en el estuche se ha eliminado, pero las funciones que implementaba se pueden seguir haciendo si tocas la parte frontal, cerca del LED: un doble toque inicia el emparejamiento Bluetooth con un dispositivo que no sea de Apple y un doble toque tres veces inicia un restablecimiento de fábrica.
Tecnología de gama alta
Si en lo que a diseño se refiere los nuevos AirPods ‘básicos’ han mejorado comodidad y han incluido funciones del modelo de gama superior de auriculares de Apple, en su tecnología tampoco han escatimado.
Los nuevos AirPods 4, tanto la versión con ANC como la que no la lleva, integran el último chip de Cupertino, el cual se encuentra también en los AirPods Pro 2, la última generación que ha lanzado Apple de sus auriculares inalámbricos más top.
Estamos hablando del procesador Apple Silicon H2, que sube de nivel respecto a los AirPods 3 —los cuales venía con el H1—.
¿Es mejor? Evidentemente sí, ya que hablamos de una generación por encima. La calidad de sonido se acerca a la experiencia de los AirPods Pro —dejando a un lado el mayor aislamiento que estos ofrecen—, sin embargo, como suele pasar con estos saltos generacionales, probablemente los oídos de la mayoría de los usuarios no notarán una grandísima diferencia.
Tras mis pruebas con los AirPods 4 con ANC puedo afirmar que el sonido se escucha de forma nítida y clara, es equilibrado y tenemos una reproducción de audio sin pérdidas.
Esto es así no solo cuando escuchamos música, sino también con pódcast o con contenidos audiovisuales en streaming.
Ocurre lo mismo con las llamadas de voz, que además mejoran en otro aspecto y es que añaden la función ‘Aislamiento de Voz’.
Estos auriculares incluyen sonido envolvente en contenido Dolby Atmos y audio espacial como ya hacía también su generación anterior.
Finalmente, una de las cosas que más me ha gustado es la facilidad con la que puedes emparejarlos con el resto del ecosistema Apple. Ya ni siquiera tienes que apretar el botón de emparejamiento —entre otras cosas, porque ya no lo hay—: simplemente con abrir el estuche aparecerán para conectarse a ellos. Esta es una baza que la compañía de la manzana tiene más que trabajada y sabe bien cómo hacer que todos sus dispositivos se integren sin que las personas que los usan tengan que hacer esfuerzos.
La sencillez en la activación de los auriculares también la encontramos, por cierto, en su configuración. Normalmente, Apple pasa de hacer aplicaciones para sus wearables y directamente puedes acceder a sus ajustes y opciones desde el Bluetooth. No obstante, si los AirPods no están conectados y activos, las configuraciones no aparecerán.
En ellas puedes cambiar el tipo de cancelación de ruido, configurar los gestos, elegir cómo quieres controlar las llamadas y personalizar el audio espacial y el volumen, entre otros ajustes. Como apunte curioso, el audio espacial se personaliza usando la cámara del iPhone para ‘escanear’ la forma de tus oídos.
Seguimos sin poder cambiar ecualización ni temas que realmente tengan que ver con el sonido, una tónica muy Apple y que viene a decir algo como “nosotros sabemos lo que le conviene a tu dispositivo”. Desde luego la calidad del sonido no se puede negar, pero a algunos usuarios les gusta ‘toquitear’ un poco para poder personalizarlo más. No obstante, en este sentido, Apple suele dirigirse sobre todo al gran público, quienes tal vez prefieran un producto ya acabado sobre el que no tengan que hacer nada.
Cancelación activa de ruido que sí: merece la pena
Por primera vez en unos AirPods ‘básicos’, la cuarta generación de los auriculares estrella de Apple incorpora cancelación activa de ruido, algo que es posible gracias a los micrófonos mejorados, el nuevo chip H2 y la integración del audio computacional avanzado de la compañía.
Eso sí: como ya he dicho más arriba, el hecho de no tener almohadilla hará que, por su diseño, los AirPods 4 no nos den un aislamiento completo respecto al exterior.
En las pruebas me ha parecido que la ejecución era excelente a la hora de hacer desaparecer el ruido ambiente del tráfico o zumbidos constantes como el del sistema de aire dentro de un edificio. Todavía no he podido probarlos en un avión, pero sí en un tren, y el resultado es muy satisfactorio teniendo en cuenta la falta de barreras físicas para una cancelación total.
Sobre el control de ruido tenemos cuatro modos diferentes: apagado, sonido ambiente, adaptativo y cancelación de ruido.
Los AirPods 4 con cancelación activa de ruido reducen los sonidos ambientales, como los que producen los motores de los aviones cuando viajas o el tráfico cuando te mueves por la ciudad. Si seleccionas el modo ‘sonido ambiente’, puedes mantener ese contacto con el mundo exterior.
El audio adaptativo, por el contrario, combina de manera dinámica el modo de sonido ambiente y la cancelación activa de ruido en función del entorno.
Por último, como novedad, los AirPods 4 con ANC incluyen la función ‘Detección de Conversación’, que baja el volumen de lo que está sonando cuando el usuario empieza a hablar.
Esta función es útil si estás en la oficina escuchando música, pero en mi caso a veces me resulta incómoda si llevo los auriculares por casa: aunque soy consciente de mis limitaciones musicales, me gusta cantar mientras oigo mis canciones favoritas, así que si tengo esta opción encendida se baja el volumen automáticamente. En estos casos yo opto por desactivar el modo de ‘Detección de Conversación’.
En general, me ha sorprendido gratamente la cancelación activa de ruido que ofrecen los nuevos AirPods 4 con ANC. De hecho, en mi opinión, no tiene mucho sentido optar por la versión que no viene con esta mejora, por mucho que valga 50 euros menos.
La autonomía que siempre echamos de menos en Apple
Si eres usuario de la compañía de la manzana ya sabrás que las grandes baterías no son su fuerte. Tienen diseño, ecosistema potente, tecnología de vanguardia… pero sus dispositivos no brillan por ofrecer una autonomía de quitarse el sombrero.
Si a esto le añades que los auriculares que acabo de probar incluyen cancelación activa de ruido y algunas otras funcionalidades y tecnología de gama alta, por mucho que tengamos un flamante procesador de última generación, poco se puede hacer para optimizar más la batería.
Los AirPods 4 indican en su ficha técnica una autonomía de hasta 5 horas si los usamos sin el modo ANC y de hasta 4 horas si ponemos la cancelación activa de ruido. Los datos se han cumplido en mis pruebas.
Esta cifra —5 horas sin ANC— supone una hora menos que la generación anterior de los AirPods ‘básicos’.
Con el estuche de carga, que recarga los auriculares al colocarlos dentro, se alcanzan en total 30 horas de autonomía.
Una cosa muy útil es que ahora las opciones para recargar el estuche se han ampliado: permite hacerlo tanto a través del puerto de carga USB-C como por carga inalámbrica, siendo compatible con MagSafe, el cargador del Apple Watch o un cargador con certificación Qi de terceros.
Resumen
La competencia en el mercado de los auriculares inalámbricos es feroz y diversa, ya que hay quienes acuden a grandes fabricantes o quienes no les importa nada excepto el precio y buscan los suyos en tiendas como AliExpress o Temu.
Sea como fuere, es cierto que Apple ha sido una marca pionera en el sector y que su producto estrella ha influido en el diseño de los de muchas otras firmas. También es cierto que marcó el compás de la industria durante bastante tiempo, pero que ahora llevaba tiempo siendo demasiado continuista. Así que había que dar un golpe en la mesa.
Por fin, los AirPods 4 representan un paso importante en la evolución de los auriculares ‘básicos’ de Apple. La introducción de la cancelación activa de ruido en un diseño sin almohadillas es un gran logro y, aunque no ofrecen el aislamiento completo del modelo Pro, el ANC funciona de manera sorprendentemente eficaz, especialmente para bloquear ruidos ambientales persistentes como el tráfico o zumbidos dentro de espacios cerrados.
El diseño sigue fiel a la línea tradicional de los AirPods, con mejoras sutiles como una patilla más corta y un estuche de carga más compacto, lo que los hace más fáciles de llevar y usar. Y, si bien no perdemos controles táctiles con respecto a la generación anterior, algunos usuarios podrían echar en falta gestos más completos, como la capacidad de ajustar el volumen directamente desde los auriculares como hace el modelo Pro.
En cuanto a la calidad de sonido, los AirPods 4, gracias al chip H2, ofrecen un audio claro y equilibrado, muy cercano a la experiencia de los AirPods Pro, lo que resulta en una excelente reproducción tanto para música como para llamadas.
La integración con el ecosistema Apple es tan fluida como siempre, destacando la facilidad para emparejarlos y usarlos con otros dispositivos de la marca sin esfuerzo alguno. Configurarlos es también sencillo, aunque se echa de menos tener algo más de control en las opciones de sonido y ecualización, un aspecto en el que parece que los de Cupertino no están dispuestos a dar cancha —¿todavía?—.
La autonomía no es, desde luego, su punto más fuerte: ofrecen hasta 5 horas de uso sin ANC y 4 horas con la cancelación activada. Con el estuche de carga puedes alcanzar hasta 30 horas de uso total.
Por todo ello, los AirPods 4 son una buena opción para quienes buscan una experiencia equilibrada entre comodidad, sonido de calidad y cancelación de ruido sin almohadillas, ya sea porque no les gustan o porque prefieren que el aislamiento no sea completo.