El estreno en Champions del Girona ante el PSG parecía destinado a ser una fiesta para los aficionados del club catalán, pues apenas unos segundos antes del descuento, el partido estaba empatado y sin goles en el Parque de los Príncipes. Todo cambió en los últimos instantes del tiempo reglamentario, cuando Gazzaniga, el portero visitante, cometió un error fatal que le costó el encuentro a su equipo.
Las tablas parecían el resultado adecuado para lo sucedido sobre el campo, pero justo antes de llegar al tiempo extra, un envío raso de Nuno Mendes, a priori manso para Gazzaniga, pero el esférico acabó colándose entre sus piernas, lo que supuso el único gol del partido.
La jugada fue un mazazo especialmente importante para el guardameta, que hasta entonces había tenido un fantástico desempeño, salvando a su equipo en varias ocasiones, incluido un disparo a bocajarro de Achraf Hakimi que sacó de milagro con el pie.
A pesar de lo duro de la derrota, el club español tiene tiempo de sobra para reponerse, pues aún le quedan siete partidos de primera fase para lograr buenos puntos contra una gran variedad de rivales. Feyenoord, Slovan Bratislava, PSV y Strum Graz son oponentes asequibles, y si el Girona da la campanada contra Milan, Liverpool o Arsenal, la clasificación a la eliminatoria previa es perfectamente factible para los gerundenses.