España se marcó este lunes un nuevo hito en igualdad al situar por primera vez a una mujer, la magistrada Isabel Perelló, al frente del Consejo General de Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo. Tras varios intentos fracasados a lo largo del verano, los 20 vocales progresistas y conservadores del órgano de gobierno de los jueces lograron ponerse de acuerdo para nombrar a su presidenta, en un pacto que sigue la senda del primer gran acuerdo de los últimos años entre los dos grandes partidos para renovar un órgano judicial clave que llevaba cinco años con el mandato caducado y que se presentó como la puerta de entrada de otros consensos para renovar otras instituciones.
La imposición por parte del Gobierno del todavía ministro José Luis Escrivá como próximo gobernador del Banco de España ha torcido sin embargo esa senda de colaboración, con un PP que rechaza de plano este cambio de sillas sin solución de continuidad y que pone ahora en duda nuevos acuerdos entre ambos partidos para renovar otras instituciones, como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o el Consejo de RTVE.
El pasado mes de julio, tanto el Gobierno como el PP se congratularon por la "normalidad" que suponía el acuerdo que por fin fueron capaces de alcanzar para renovar el CGPJ. Este lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, daba su "más sincera enhorabuena" a Isabel Perelló tras convertirse en la primera presidenta del CGPJ y del Tribunal Supremo y destacaba que España recuperaba así "la normalidad institucional". También desde el PP llegaron buenas palabras por el consenso fruto de que "los vocales han podido decidir sin presiones de ningún tipo", según afirmó el portavoz popular en el Congreso, Miguel Tellado, que añadió que "todo lo que supone avanzar en la independencia judicial es bueno para España y el PP lo celebra".
Sin embargo, para cuando Tellado pronunciaba esas palabras los primeros nubarrones hacia nuevos pactos entre PSOE y PP ya eran más que visibles en el horizonte. El motivo es la decisión de Sánchez de imponer a su candidato para suceder a Pablo Hernández de Cos como gobernador del Banco de España al todavía ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá. El ministro de Asuntos Económicos, Carlos Cuerpo, comparecerá este miércoles ante el Congreso para hacer el anuncio oficial, a pesar de que antes del verano Sánchez pareció amagar con presentar a otra persona tras el rechazo frontal del PP, que los populares han vuelto a dejar claro este martes.
"No se puede ser ministro por la mañana y gobernador por la tarde", ha reprochado Alberto Núñez Feijóo. La percepción de que no es de recibo ni da muestra de independencia que Escrivá vaya a pasar sin solución de continuidad del Consejo de Ministros al Banco de España no solo se da entre los populares. Socios muy cercanos al Gobierno se limitaban este martes a encogerse de hombros como respuesta a esta transferencia tan directa de un puesto a otro, mientras fuentes socialistas se esforzaban por recordar que Escrivá es un independiente que en los últimos años ha mostrado no pocas diferencias con el PSOE, como auguran que seguirá haciendo en el Banco de España.
Lo que ocurre es que el PP es con el PSOE el otro partido necesario para pactar renovaciones de otros órganos y la imposición de Escrivá llevaba esta martes a Feijóo a advertir "que con nosotros no cuenten" para lo que el PP considera que es una muestra más del intento de Sánchez de "colonizar" las instituciones del Estado.
Si Escrivá es el candidato, como parece que será, el PP se niega a "cambiar cromos" y se apartará del proceso relativo al Banco de España. Está por ver si esta primera discrepancia después del consenso en torno a Poder Judicial se extiende a otras instituciones que también necesitan renovarse. Están en ese trance RTVE y la CNMC y la CNMV, además de un nuevo órgano regulador, la Comisión Nacional de la Energía que deberá volver a crearse de nuevo tras la decisión de Sánchez de volver a 'independizarla' de la CNMC de la que pasó a formar parte en 2013.
De momento, el PP renunciará a nombrar al subgobernador del Banco de España —algo que tradicionalmente le corresponde al principal partido de la oposición— y no dará ningún nombre para tal cargo si finalmente Escrivá es nombrado gobernador.
Por otra parte, este martes Feijóo recordaba su Plan de Calidad Institucional con el que, si llega a la Moncloa, promete reponer la "profesionalización y la independencia" de otros órganos como el CIS, el CNI, la CNMV, la CNMC, el INE, INDRA, RTVE, Correos o el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno.
