El Senado ha rechazado este lunes la reforma legal que rebajará las condenas impuestas en España a más de 40 presos de ETA. El rechazo anunciado de la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta ya estaba previsto desde que la semana pasada se desvelaron las implicaciones de esta reforma legal. Hasta este momento, se asumía que -dado que el Senado no aprobó ningún veto ni enmienda en la Comisión de Justicia-, la votación de este lunes no tendría efecto alguno y la ley se publicara automáticamente en el BOE.
Sin embargo, el presidente de la Cámara Alta, Pedro Rollán, ha explicado al término de la sesión que la norma volverá al Congreso de los Diputados, porque así lo establece un informe de los servicios jurídicos de la Cámara. Así explican fuentes populares: "No hay precedentes de un rechazo por mayoría absoluta a un proyecto de ley que no haya sido enmendado en Comisión. Por ello, en base al artículo 90.2 de la Constitución y a los artículos 106.1 y 122 del Reglamento del Senado, la Cámara Alta considera esta votación como un veto del Senado sobre el que tiene que decidir el Congreso de los Diputados".
Que la norma regrese al Congreso de los Diputados no tendrá ninguna implicación real más allá de postergar su aprobación, dado que en la Cámara Baja el Gobierno y sus socios cuentan con la mayoría necesaria para aprobar la reforma legal. El Congreso ya la aprobó por primera vez el 18 de septiembre, y de hecho lo hizo con el apoyo unánime de todos los grupos parlamentarios.
Este lunes, el Partido Popular, Vox y UPN han tenido una oportunidad más para pedir "perdón" a las víctimas de ETA por apoyar esta ley cuando no eran conscientes de sus implicaciones. Y también han tenido ocasión de cargar contra el Gobierno por impulsar la norma a sabiendas de que provocaría excarcelaciones y rebajas de condenas. "Hay una diferencia abismal entre cometer un error y elegir deliberadamente liberar a asesinos de ETA", ha reivindicado Marimar Blanco, senadora popular y hermana del concejal del PP Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA en 1997.
A las críticas del PP se ha sumado Vox, que en sus intervenciones ha pedido a los populares que "hagan lo posible por evitar que etarras queden libres sin arrepentirse de las muertes que han dejado por el camino". Así lo ha reclamado la senadora Paloma Gómez, sin explicar en ningún momento que es esto que podría hacer el PP por evitar la entrada en vigor de la norma.
También UPN ha utilizado sus turnos de palabra para cargar contra el Gobierno. Según la senadora navarra María Mar Caballero, el Ejecutivo ha impulsado la norma "con mala fe" y "sin decir a nadie" que provocaría la rebaja de condenas a etarras en España.
Por otro lado, el PSOE ha acusado al PP de poner al Senado al servicio de "sus cosas de casa". La senadora socialista Elena Diego Castellanos ha llamado a los populares a evitar "tanto odio y tanto rencor insoportable". Ha calificado la actuación del PP de "espectáculo bochornoso" y ha acusado a la bancada popular de "crear una realidad paralela" para solucionar "una crisis interna en su partido".
"Ustedes saben que, con independencia de que hoy voten en contra de esta ley, esta se va a publicar con el texto que ustedes apoyaron en el Congreso de los Diputados", ha subrayado Castellanos mientras se dirigía a la bancada popular. La senadora ha lamentado que el PP reaccione "contras sus propias votaciones" y ha denunciado "su falta de respeto a las instituciones democráticas". "El intento de confrontar a la ciudadanía española con actuaciones groseras e inaceptables en nuestro Parlamento es triste y lamentable", ha reprochado la senadora del Partido Socialista.
El senador Gorka Elajabarrieta, de Bildu, ha apoyado la reforma y ha acusado al PP de intentar "desobedecer directrices europeas". Según el senador, el Gobierno de Rajoy aplicó la normativa europea de forma "torticera" hace diez años, y ahora se reforma la ley de aquel Ejecutivo para "armonizar la legislación española a la de Europa". "La reforma se aplicará a presos vascos porque tienen los mismos derechos que el resto de la población reclusa", ha culminado, "el tiempo de la excepción tiene que acabar".
Marimar Blanco escenifica el rechazo del PP
Tal y como sucedió la semana pasada en el Congreso, el PP ha escenificado su enfado este lunes a través de Marimar Blanco, quien, arropada por los aplausos de su bancada, ha cargado duramente con el Gobierno de Pedro Sánchez. Blanco ha comenzado su intervención pidiendo "perdón a todas las víctimas" por el "error" que cometió el PP al apoyar la reforma en el Congreso y no vetarla después en el Senado. En segundo lugar, ha transmitido su "dolor e indignación" ante la "maniobra oculta" que, según ha dicho, el Gobierno ha impulsado para "liberar a asesinos de eta" y cumplir con "un pacto encapuchado con [Arnaldo] Otegi".
La reforma "abre las puertas de la cárcel y las heridas de las víctimas", ha denunciado Blanco, y ha acusado al Ejecutivo de liberar a "violadores, golpistas y terroristas", una alusión a la ley del 'solo sí es sí', a la amnistía y a esta reforma que el Senado ya no puede frenar de ninguna manera.
La senadora popular se ha extendido en su crítica a las "mentiras" del Gobierno, y ha enumerado dos: que la reforma legal venía impuesta por Europa; y que el Consejo de Estado avaló la norma [en realidad avaló en 2013 la norma que aprobó el Gobierno de Rajoy y que ahora se reforma]. Además, ha lamentado que el Ejecutivo omita que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos avaló la ley vigente a día de hoy.
"Barren la dignidad de las víctimas bajo la alfombra del sanchismo", ha espetado Blanco a la bancada socialista, a la que ha retado: "Acusan a este partido de nostalgia de ETA, me van a mirar a los ojos y van a decir que tengo nostalgia de ETA". Al contrario, ha continuado Blanco, el PP tiene nostalgia "de cuando el PSOE hacía uso de la decencia para defender la dignidad de las víctimas". Tras pedir al Gobierno que retire la ley, Marimar Blanco ha regresado a su asiento provocando de nuevo un larguísimo aplauso de sus compañeros.