El cereal recomendado por Harvard que contribuye a ganar músculo y fortalece los huesos

La avena, ese cereal que despierta pasiones encontradas por su textura peculiar pero su indiscutible valor nutricional, ha sido objeto de atención por parte de la Universidad de Harvard debido a sus numerosos beneficios para la salud.

Conocida científicamente como Avena sativa y perteneciente a la familia de las gramíneas Poaceae, la avena no solo es un alimento popular en los desayunos, sino que también ha demostrado ser un aliado importante en la búsqueda de una dieta equilibrada y saludable.

Alto contenido en fibra

Uno de los aspectos más destacados de la avena es su alto contenido de fibra, tanto insoluble como soluble. Esta fibra, especialmente el betaglucano soluble, ha sido asociada con un menor riesgo de enfermedades coronarias.

De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos permite el uso de declaraciones de propiedades saludables en las etiquetas de los alimentos que relacionan el consumo de fibra soluble de betaglucano proveniente de la avena integral con un riesgo reducido de enfermedad coronaria.

Fósforo, magnesio y zinc

Además de su contenido de fibra, la avena es una excelente fuente de diversos nutrientes esenciales, incluyendo fósforo, tiamina, magnesio y zinc. Estos nutrientes desempeñan un papel importante en funciones vitales del organismo, como el metabolismo energético, la salud ósea y la función muscular.

La avena se presenta en diversas formas, desde granos enteros hasta variedades más procesadas como la avena instantánea. La forma menos procesada, como los granos enteros o la avena cortada, tiende a tener un índice glucémico más bajo que las variedades más procesadas, lo que significa que su digestión es más lenta y proporciona un aumento gradual en los niveles de azúcar en la sangre.

Beneficios para la salud

En cuanto a sus efectos en la salud, la avena ha demostrado tener beneficios significativos en varios aspectos. Ana Belén Ropero, Profesora de Nutrición de la Universidad Miguel Hernández, asegura en un artículo en The Conversation que "la avena, igual que el resto de cereales, aporta una gran cantidad de nutrientes, y de ahí que sean alimentos altamente recomendables. Su principal componente son los hidratos de carbono complejos (almidón), que son la base de una alimentación equilibrada. La cantidad de azúcares es, por el contrario, pequeña y, además, son del tipo que no pone en riesgo nuestra la salud".

Diabetes: La fibra de betaglucano presente en la avena puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina en personas con diabetes tipo 2. Esto la convierte en una opción favorable en la dieta de quienes padecen esta condición.

Control de peso: La fibra de la avena puede aumentar la saciedad y reducir el apetito, lo que puede ayudar en los esfuerzos por perder peso o mantener un peso saludable. Sin embargo, los estudios han sido inconsistentes en cuanto a la relación entre el consumo de avena y la pérdida de peso significativa.

Salud digestiva: La fibra de la avena contribuye a la regularidad intestinal y puede prevenir el estreñimiento. Además, puede mejorar la salud de la microbiota intestinal, lo que a su vez beneficia la digestión y puede aliviar ciertos problemas digestivos como el síndrome del intestino irritable.

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