Sánchez lanza nueva campaña

Sánchez ha optado por plantar cara contra el frente que va a por él usando vicariamente los presuntos manejos de su mujer. La denuncia de Manos Limpias contra la mujer del presidente, admitida a trámite por un juez, ha sido el pretexto para este nuevo enfoque que altera por elevación el tablero de juego.

Sánchez se ha reservado un silencio hasta el próximo lunes, se ha apoderado de un buen trozo de tiempo y ha creado la expectativa sobre su decisión, que cambia el paisaje y el contexto. Ha dicho que anula su agenda pública y que reflexionará sobre si deja el cargo o sigue.

Claro que seguirá: es una gran estrategia de campaña para las elecciones catalanas, para las europeas y en general, pues siempre es campaña. Sánchez polariza, o acepta la polarización de la que nadie puede escapar, y rentabiliza su marco favorito, el de la épica pelea de titanes entre izquierda y derecha, a la que él acusa de no admitir el resultado de las urnas, lo que es cierto en general en todo el mundo, pues empezando por Trump nadie admite que ha perdido: la judicialización veloz llevó a dimitir al presidente de Portugal y se carga presidencias por todo el mundo a una velocidad propia de los tiempos. Es una cosa de hoy.

La justicia forma parte y participa en la lucha política, lo que la desacreditaría en teoría, pero como la polarización (nefasta para la democracia) es como la electricidad por otro lado acredita a la justicia entre los sectarios y fanáticos de uno y otro bando: esto es algo mundial y España no es una excepción. El forcejeo de la cúpula de los fiscales por admitir o no la querella de la pareja de Ayuso contra la propia Fiscalía por haber difundido su propuesta de aceptar pena de cárcel y devolución es un ejemplo local de esta contaminación de la justicia en la brega política, uno más. Europa ha desistido de intentar que PP-PSOE reparen el largo entuerto del CGPJ, etc.

Parece que el control de la artillería pesada se les ha ido de las manos a los dos bandos

La pugna polar, con altibajos y quizá pactos discretos para evitar la colisión irreparable que al final ha sucedido, ha mantenido dos líneas paralelas que implican a la pareja de Ayuso y a la mujer de Sánchez. Parece que el control de la artillería pesada se les ha ido de las manos a los dos bandos. El martes se publica la oferta de la pareja de Ayuso para pactar con Hacienda, con reconocimiento expreso de un delito, y el miércoles un juez ha admitido el caso presentado por Manos Limpias contra Begoña Gómez.

Obvio que Sánchez no va a dimitir. Si hubiera algo que no sabemos en este asunto y que fuera a salir ya habría dimitido. Al revés, el órdago le sirve para relanzar su arma más potente: la lucha para detener a la derecha y la ultraderecha que no admiten los resultados de las urnas, etc. Y para dar un toque a sus rivales de proximidad, tanto más peligrosos cuanto que no se revelan ni se rebelan.

El espectáculo llega a un clímax de agonía paralela... que se quedará pequeña cuando salte el siguiente episodio. El problema es que, como en las series largas y en los trucos de TikTok, nos hagamos adictos a los shocks frecuentes. O quizá ya lo somos.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.