Sánchez pide "acabar con la confrontación" pero acusa a la oposición de "intentar imponer una agenda regresiva"

Pedro Sánchez quiere liderar un plan de regeneración contra los "bulos" y la "desinformación" y acabar con la confrontación política, los "insultos" y lo que llama la "máquina del fango". El presidente del Gobierno insinuó este lunes que ya estudia "medidas y acciones", también en lo que respecta al Poder Judicial, aunque sin especificar ninguna. Sin embargo, inmediatamente después cargó contra la oposición, en alusión al PP, al que acusa de acudir a argumentos "destructivos" e intentar imponer una agenda "regresiva".

Así lo expresó en una entrevista en TVE, la primera concedida tras la declaración institucional de este lunes en la Moncloa en la que confirmó su continuidad en el Gobierno, una comparecencia en la que aseguró que su "reflexión" de cinco días ha sido un "punto y aparte" y cargó contra la "campaña de difamación" contra él y su familia.

Pese a las preguntas de los entrevistadores, no avanzó ninguna medida concreta sobre lo que él llama el plan de regeneración, pero a su juicio es "uno de los desafíos más trascendentes". Es más, justifica no concretar aún qué medidas llevará a cabo porque de tenerlas ya pensadas y anunciarlas, "la ciudadanía habría visto que hay cierta maniobra" o estrategia política, algo que negó "rotundamente".

Para luchar contra "los bulos y la desinformación", Sánchez quiere que el Parlamento participe en las medidas a adoptar, así como los medios de comunicación, aunque también reconoce que el Gobierno "hará su papel". "Propondremos medidas y acciones para reforzar y prestigiar la democracia", aseguró. Sin embargo, no fue claro al precisar si para ello llamaría al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, sino que generalizó asegurando que llamaría a los líderes de los grupos parlamentarios, "voy a hablar con todos ellos".

"Después de escuchar a Feijóo, sé por dónde va a ir. Yo estoy convencido de que esta persecución, este acoso se va a redoblar, pero es relevante que la ciudadanía se sienta interpelada", señaló el presidente del Gobierno, que en varias ocasiones durante la entrevista cargó contra la "máquina del fango" cuyo objetivo, a su juicio, es situarle a él "como el enemigo público número uno". "Si soy el enemigo público, vale cualquier cosa", añadió Sánchez.

De hecho, se mostró convencido de que el PP le citará tanto a él como a su mujer, Begoña Gómez, en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado, avanzando que, en tal caso, ambos irán, aunque esto "probará" que intenta imponer una agenda "regresiva".

Por otra parte, el presidente tampoco quiso adelantar qué piensa hacer si continúa el bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que lleva más de un lustro con el mandato caducado. Tras acusar, como hace siempre, al PP de ser el culpable de no alcanzar un acuerdo para elegir a los nuevos vocales, Sánchez aseguró que había que dar una "respuesta" y que le gustaría hacerlo de la mano del Poder Judicial. Con todo, abrió la puerta a otras vías al decir que si el bloqueo continúa, su responsabilidad es tratar de buscar "entre todos" y a través del Parlamento una "solución".

En este sentido, Sánchez se plantea también explorar las que puso sobre la mesa el presidente interino del CGPJ, Vicente Guilarte, para renovar el órgano de gobierno de los jueces y evitar futuros bloqueos. Una de ellas es dar continuidad a la elección parlamentaria de los vocales si los nombrados son ajenos "a toda contaminación política previa", y otra que el nombramiento de los vocales judiciales quede en manos de los propios jueces pero con la misma prevención. Con todo, Sánchez advierte de que "no es la misma responsabilidad que tiene el Gobierno o la mayoría socialista respecto a un partido que está incumpliendo la Constitución", precisó, sin dar más detalles sobre los próximos pasos del Gobierno y pese a que sus socios de coalición -Sumar- y Podemos le pidieron renovar este órgano esquivando el veto del PP, rebajando las mayorías parlamentarias necesarias.

Dice que su mujer le pidió que no dimitiese

Ya en el ámbito más personal, el presidente explicó cómo fueron los cinco días en los que ha estado ausente de la vida política. "Son cinco días muy gratificantes por los mensajes de apoyo. Cinco días que no olvidaré en lo político y en lo personal", dijo Sánchez.

Según precisó, el pasado miércoles, día en que publicó su carta, no pensó en dimitir, pero sí más tarde. "Yo lo que hice fue enviar la carta y explicar cómo me sentía después de años de acoso", apuntó, asegurando que su mujer fue de las primeras que, tras conocer la carta -que escribió "a solas"-, le pidió que no dimitiese.

También reconoce que "indirectamente" buscaba la respuesta de la gente, si compartían con él la necesidad de poner fin a "esta deriva que está en el debate público" y si había que hacer algo para poder revertirlo. "Creo que el debate es necesario, estos cinco días no solo los necesitaba yo, sino la propia ciudadanía", aseveró. Preguntado sobre si hace algún tipo de autocrítica al respecto, Sánchez cree que la única que debe hacer es no haber visto ni actuado antes ante el problema de la desinformación que "sufre la democracia española y la de todo el mundo".

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