Pedro Sánchez se vuelca en el ecuador de la campaña del PSC para las elecciones de Cataluña del 12 de mayo. Los socialistas ya avanzaron que el presidente del Gobierno iba a tener mucha presencia en la contienda de estos comicios pero nadie contaba con que su agenda iba a ser cancelada durante cinco días, que servirían para que Sánchez reflexionase sobre los "ataques" y "bulos" del PP y Vox después de que un juez abriese diligencias contra su mujer. Sánchez no fue a los primeros actos del candidato, Salvador Illa, pero volvió a hacer de "la necesidad virtud" -como con la amnistía- y su órdago protagonizó el inicio de la campaña de estas elecciones. En el ecuador, Sánchez reactiva el discurso del 23J contra el PP y Vox, y pide el voto para Salvador Illa con el fin de "ganar al fango".
Este miércoles reapareció por sorpresa en la Feria de Abril en Cataluña, solo dos días después de anunciar su continuidad al frente del Gobierno. El presidente estuvo en la caseta del PSC junto a Illa y la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, y se tomó fotos con los visitantes en medio de un ambiente festivo y distendido. Aunque no fuera un acto oficial de campaña, Sánchez entraba de lleno en una contienda electoral cuyos resultados serán de gran trascendencia para la legislatura, ya que pueden hacer tambalear sus pactos con los independentistas.
Y el primer acto oficial en el que el presidente acompañó a Salvador Illa fue el de este jueves en el feudo socialista de Sant Boi de Llobregat. Allí insistió en el mismo mensaje que lleva repitiendo desde el lunes: está dispuesto a hacer frente a la "máquina del fango" de Alberto Núñez Feijóo (PP) y Santiago Abascal (Vox), asegurando que el voto de Illa servirá como un apoyo contra este "fango".
Este viernes, la ofensiva del PSOE contra el PP y Vox ha venido servida por Naciones Unidas, que ha remitido un informe en el que critica con dureza las leyes de concordia de la coalición de derechas en Aragón, Castilla y León y Comunidad Valenciana. "El PP y la ultraderecha arrastran la imagen internacional de España por el fango", señalaron fuentes socialistas cuando conocieron el informe de ocho páginas. Tras pedir la retirada de estas leyes, también exigieron a Feijóo que se posicionase con las víctimas o con las "leyes de la vergüenza". Así mismo, los socialistas aprovecharon para llamar a la movilización para convertir España en "dique de contención" contra los ultras.
Reactiva la estrategia del 23J
Sánchez acude este sábado a otro acto con Illa, en concreto, a la Fiesta de la Rosa del PSC, que se celebra en Montmeló. Se vuelca así en el ecuador de la campaña catalana tras ausentarse en su apertura a causa de los cinco días de "reflexión" que se tomó en la Moncloa. De los mismos, salió con un discurso duro contra el PP y Vox y con la idea de liderar un plan de regeneración democrática y de limpieza, con el fin de acabar con los bulos, la desinformación, el fango y los movimientos "reaccionarios".
En la campaña de las elecciones generales, Sánchez apodó al PP y Vox como la "derecha extrema y la extrema derecha" y les acusó de querer una España gris y oscura, en un momento en el que el PP y Vox estaban pactando los gobiernos autonómicos de coalición tras los comicios del 28 de mayo. Ahora, los socialistas alertan sobre las consecuencias de esos pactos, como son las llamadas leyes de concordia, y de lo que Sánchez ha apodado como la "máquina del fango", de cara al ciclo electoral de las catalanas y también de las europeas, donde además se prevé un avance de la extrema derecha.
De hecho, el PSOE decidió ya hace un mes internacionalizar su ofensiva contra las leyes de concordia del PP y Vox, elevándolas ante la ONU, el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa.
Los socialistas eran conscientes de que necesitaban movilizar a su electorado, después de que el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de marzo constatase que la amnistía y el caso Koldo habían hecho mella. En concreto, les restaba dos puntos y ofrecía una victoria clara al PP. Pero esto dio un giro según el último barómetro sobre intención de voto realizado en abril, durante los días de "reflexión" de Sánchez: el PSOE escaba diez puntos, situándose por delante del PP, que caería en cuatro.
