Nothing Ear y Nothing Ear (a): sonido envolvente y calidad Nothing por partida doble

Los Nothing Ear (2) revalidaron la sugerencia y la sorpresa de los auriculares de debut de Nothing, los Ear (1). Sus sucesores, los Nothing Ear y los Nothing Ear (a), dan todo lo bueno que se espera de un producto de audio de la marca británica. Al tratarse ya de la tercera generación puede decirse que la calidad no implica sorpresa sino que se enmarca en la realidad reconocible.

Los Nothing Ear (2) cuestan 149 euros y los Nothing Ear (a), 99 euros. Los primeros se hallan en uno de los escalones premium y están enfocados a usuarios atentos a los detalles técnicos al ‘vivir’ el audio. Los segundos se ubican también en la gama alta y van dirigidos a quienes busquen unos auriculares de nivel sin detenerse tanto en los extras pro.

Presentan bastantes rasgos en común en diseño y prestaciones. Sobre esa base, las diferencias principales se encuentran en la construcción interior (el material, la estructura), en las opciones de alta resolución y en las de personalización.

Diseño de los Nothing Ear

La evolución Nothing para 2024 no trae novedades en diseño. Estas vienen en el hecho de que la generación cuente esta vez con una doble representación, en que uno de los modelos sea una variante 'a' y siga la línea abierta con el Phone (2a) y en que los dos dispositivos impliquen un llamativo cambio en las denominaciones establecidas hasta ahora. Al aparcar lo numérico, el 3 que tocaría no aparece.

Teniendo los Ear al lado de los Ear (2) en el mismo color, blanco, uno evidencia que son gemelos. Lo idéntico solo se altera en pequeñas cosas: en el interior de la caja transparente ahora se lee Nothing en lugar de ear (case) y en la parte negra de los bastones la denominación impresa alusiva al producto lógicamente es distinta. También se sale de lo clónico la diferente parte interior de ambos si uno se 'asoma' al interior recubierto por la almohadilla de silicona.

Cada auricular Ear pesa 4,62 gramos y la caja en la que reposa, 51,9 gramos. En el Ear (2) los valores eran 4,5 gramos y 51,9 gramos. En el oído deparan comodidad y los controles continúan realizándose mediante pulsaciones sobre el área metalizada del bastón.

Diseño de los Nothing Ear (a)

Los Nothing Ear (a) exhiben el notorio parentesco existente, aunque de partida la mirada se detiene en el estuche de carga diferente y en la entrada en escena del color amarillo, todo un acierto para identificar la variante, movimiento estético que hace pensar en el naranja de los auriculares de CMF, su submarca.

La caja, con burbuja, se inspira en un pastillero, aunque también remite a un mini tupper, dicho con cariño y en el buen sentido porque resulta atípica a la par que cuqui. Los auriculares en sí presentan un diseño muy similar a los Ear, aunque bajo las semejanzas se detectan cambios: el diferente tacto y acabado del cabezal, la salida de aire de la parte superior del bastón y los detalles de que en color blanco la zona negra de los bastones de los Ear se convierte también en blanca y de que el puntito para distinguir el auricular izquierdo ya que no es blanco sino negro. El puntito para el auricular derecho sigue siendo el rojo.

Igualmente cómodos, cada earbud (a) pesa 4,8 gramos, un poco más que los Ear, mientras que su caja burbuja-pastillero es más ligera (39,6 gramos).

Sonido de los Nothing Ear y de los Nothing Ear (a)

Los dos nuevos wearables de Nothing ofrecen un sonido de calidad que ejerce lo buscado, inmersión y carácter envolvente. Dentro de la sensación pareja, en ocasiones parece que el audio suena algo más vivo y potente con los Ear (a) y, en otras, se da con los Ear. Son matices. Esta apreciación se realiza en cuanto a su uso con el modo predeterminado, sin entrar en modificaciones y personalizaciones.

Ambos integran un driver dinámico personalizado de 11 mm. Lo que cambia es el diafragma, cerámico en los Ear, y por tanto más premium, y de poliacrilamida y poliuretano en los Ear (a). Otra diferencia reside en la estructura interna de cada uno.

Además de por lo envolvente, destacan por su más que notable cancelación de ruido, en los dos casos de hasta 45 dB, de 40dB en la generación precedente. Por ejemplo, si estás con los Ear en el patio de un colegio apenas notas los gritos de los pequeños. Y en una ciudad con fuerte viento apaciguan el sonido que genera este.

Tanto los Ear como los Ear (a) cuentan con cancelación de ruido alta, media, baja y adaptativa (varía según el ruido del entorno) así como con modo transparencia.

Utilizados en llamadas, los dos propician que las palabras de los interlocutores se escuchen con nitidez gracias a la tercera generación de la tecnología Clear Voice.

Autonomía de los Nothing Ear y de los Nothing Ear (a)

La batería y la autonomía entran dentro de lo ofrecido habitualmente por los dispositivos de estas características, a lo que gusta. Ni sorprende ni decepciona. Las dos cajas se caracterizan por los 500 mAh, que mejora los 485 mAh de los Ear (2). El salto con los anteriores se manifiesta más en cuanto a las horas de aguante, cuatro y seis más.

Con la ANC desactivada y guardando los auriculares en la caja cuando ya no estamos con la música, los Ear pueden llegar a las 40,5 horas y los Ear (a), a las 42,5 horas frente a las 36 horas de los Ear (2). Que los Ear (a) ganen al modelo de referencia con la misma batería se debe a que la variante no dispone de soporte para carga inalámbrica de 2,5W. Con la ANC en acción, duran hasta 24 y 24,5 horas con el estuche.

Si hablamos de los auriculares por sí solos (46 mAh) y no tenemos la cancelación de ruido puesta, cada uno de los Ear resiste hasta 8,5 horas y cada uno de los Ear (a), 9,5 horas.

Nothing X y funciones avanzadas

Para sacarles partido y configurarlos, los productos de audio de Nothing requieren usarse con la app Nothing X. Al entrar en ella aparecen, en los dos casos tenemos los indicadores de los porcentajes de batería y los accesos al control de ruido, los controles, el ecualizador y, novedad, el refuerzo de graves (cinco niveles).

El ecualizador resulta bastante más completo en los Ear al contemplar un modo simple y un modo avanzado. En esa línea, entre las funciones avanzadas los Ear incluyen más opciones de audio de alta calidad y la función del sonido personalizado. Como ocurría con los Ear (2), mediante una prueba auditiva (la detección de pitidos a distintas frecuencias) el sistema establece nuestro retrato auditivo propio y habilita la correspondiente adaptación sonora.

Los Ear y los Ear (2) comparten las funciones avanzadas siguientes: detección de auriculares colocados, modo de latencia baja, audio de alta calidad, conexión doble, prueba de ajuste de almohadillas y encontrar mis auriculares.

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