Sánchez esquiva hablar de Bildu o de Naturgy a su llegada a Bruselas y asegura que España "avanza de récord en récord"

Pedro Sánchez considera que España tiene mucho que celebrar. El presidente del Gobierno no ha querido hablar de los temas más espinosos a su llegada a Bruselas este miércoles para una nueva cumbre del Consejo Europeo, dejando las preguntas más complicadas para la rueda de prensa que tiene prevista para este jueves. Así, no se ha pronunciado ni sobre los pactos con Bildu, a menos de una semana para las elecciones vascas, ni de la situación en torno a Naturgy o Talgo y la entrada de capital extranjero en ambas entidades. En cambio, el presidente del Gobierno ha celebrado los "datos económicos tan positivos" y ha asegurado que España "avanza de récord en récord en una situación muy complicada. Da el mérito de ello "a los trabajadores, a los empresarios y a las instituciones".

En una intervención corta ante los periodistas, Sánchez recordó que "el FMI ya nos señala como la principal economía junto con EEUU que más va a crecer del mundo. Y tenemos datos de turismo que invitan al optimismo". Ese resumen copó la mayor parte de su comparecencia, justo antes de un Consejo Europeo especial marcado por un debate sobre la competitividad de la UE y por el análisis de la situación en Oriente Medio después de los ataques de Irán sobre Israel.

"Tenemos que abordar la prosperidad y la paz", expuso el jefe del Ejecutivo, que no dio más detalles. "Creo que no hay mucho más que explicitar con la posición del Gobierno de España y estamos satisfechos con el borrador de conclusiones para esta cumbre: condenamos el ataque de Irán, se pide contención a las partes para evitar una escalada, se solicita un alto el fuego en Gaza y se pide la celebración de una Conferencia de Paz, algo que ha defendido España desde hace mucho tiempo".

En lo que se refiere a una UE más competitiva los líderes de los 27 analizarán este jueves los informes preparados sobre el tema por los ex primeros ministros italianos Enrico Letta y Mario Draghi. "Lo más relevante desde el punto de vista del Gobierno es que podamos aumentar la movilización de recursos públicos; ya fuimos uno de los autores intelectuales de los fondos Next Generation", sostuvo Sánchez, que puso la mirada en el medio y en el largo plazo: "Aspiramos a que esa fórmula se mantenga a partir de 2026 -cuando está previsto que ya estén desembolsadas todas esas ayudas-. Tenemos que dar lugar a bienes públicos europeos".

Sobre ese documento elaborado por Letta quizá la conclusión principal del texto sea que la Unión tiene que impulsar la industria común para "evitar un declive" en la competición global frente a Estados Unidos y China. Esa caída en la relevancia de la UE "no es irreversible", recoge Letta, que llama también a los países miembros a reforzar la inversión conjunta y reducir la burocracia, con modelos similares a los de compra común de vacunas contra la covid, el fondo de recuperación, la adquisición de energía o el planteamiento parecido al que ahora se plantea para el gasto en material militar. Ese visión "entre todos" ayudaría, dice el texto, a reducir "las asimetrías entre los territorios de la UE".

Esa brecha norte-sur fue uno de los grandes problemas para el bloque durante la crisis del 2008, y ahora el ex premier italiano asegura que tienen que eliminarse "los obstáculos para la inversión" de tal manera que se impulse "la actividad productiva" en un momento en el que las prioridades cambian. "En concreto, podríamos prever un mecanismo de contribución a las ayudas estatales que obligue a los Estados miembro a destinar una parte de sus fondos nacionales a financiar iniciativas e inversiones paneuropeas", algo con lo que, después de escuchar a Sánchez, está de acuerdo España.

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