La llegada de Ouigo e Iryo a la alta velocidad junto a Renfe bajó precios, aumentó ingresos de Adif y produjo pérdidas empresariales

El principal beneficiario de la liberalización de la alta velocidad y de la llegada de dos nuevas compañías, Ouigo e Iryo, para competir con Renfe fueron sin duda los pasajeros porque desde 2019 han visto cómo los billetes se han abaratado, con tarifas no vistas antes de 7 o 9 euros, según sostiene Competencia, que cita como segundo ganador el gestor estatal de infraestructuras ferroviarias, Adif, que en este tiempo también incrementó sus ingresos en los cánones por uso. Todo, a pesar de que las pérdidas en que incurren algunas de las tres compañías, en un proceso de apertura del mercado que, a pesar del contencioso que sostienen desde hace meses el ministro de Transportes, Óscar Puente, y la francesa Ouigo, se considerar "similar al de otros países europeos", con los que coincide con "dificultades coyunturales" como fueron las restricciones de movimiento por la pandemia o la inflación por el alza de precios de la energía.

"Los viajeros y el administrador de infraestructuras son los principales beneficiarios de la entrada de competencia en los servicios de alta velocidad", afirma la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en un informe difundido este martes de balance de la liberalización del transporte de viajeros por ferrocarril, que en conjunto generó un "impacto positivo" de 578 millones en 2023, entre pasajeros y Adif.

Precios nunca vistos

El principal beneficio para los pasajeros de llegada de Iryo y Ouigo para operar junto con Renfe -y su 'low cost', Avlo- cada vez más líneas de alta velocidad tiene que ver con la bajada del precio de los billetes, gracias al que obtuvieron un "excedente" de 343 millones.

La competencia dio lugar a nuevas tarifas con distintos precios según los servicios que utiliza -básicos o con distintos complementos y tarifas valle "sin comparación en el periodo de monopolio", como los 7 euros que cuestan algunos billetes de Avlo o los 9 euros por los que empiezan los de Ouigo, además de su tarifa plana de 5 euros para menores de 14 años.

En conjunto, la CNMC estima que en las rutas donde operan las tres compañías el precio de los billetes cayó un 40%. En el corredor Sur, donde la llegada de Ouigo y de Iryo es más reciente, se han abaratado entre un 10 y un 24%.

Además de billetes más baratos, Competencia constata que la llegada de dos nuevas empresas -además de Avlo, de Renfe- para ciertas rutas de alta velocidad ha incrementado el número de pasajeros. De los 41 millones de pasajeros de tren el año pasado, 31 millones fueron de alta velocidad, cuando en 2019 fueron 10 millones. También ha hecho que muchos ciudadanos prefieran viajar en tren que en coche o avión. En los corredores con con competencia, el tren ganó al avión en un 85% de los casos. En el caso de Madrid-Barcelona, fue del 82%.

El año pasado, el 42% de los usuarios viajó en rutas en las que pudo elegir entre tres compañías y un 19%, entre dos. Solo el 33% recorrió rutas que solo sigue operando Renfe, porque ni Ouigo ni Iryo han querido entrar, por ser menos rentables y donde Renfe perdió dos millones de pasajeros entre 2019 y 2023, "a pesar de las mejoras en la infraestructura", dice la CNMC.

Aumenta la impuntualidad

Como apunte negativo, lo que también ha aumentado con la liberalización ha sido la impuntualidad de los trenes. Si en 2019 el 13% de los trenes de un Madrid-Barcelona llegaba con un retraso de más de 15 minutos, a partir de ese año empezó una senda ascendente que llegó hasta el 7,3% en 2022, para descender hasta 5,6% el año pasado. Otras rutas como Madrid-Levante, Madrid-Málaga o Madrid-Sevilla han seguido aumentando la frecuencia de los retrasos y el año pasado llegó, respectivamente al 4,8, 8,6 y 7,1 frente a menos de un 2% en 2019.

Por compañías, Renfe registró más trenes con retraso en 2023 (el 6,95% frente al 4,95% de Iryo y el 4,89% de Ouigo), aunque la duración fue mayor en los de la operadora francesa, con 39 minutos de media, frente a 28 minutos de Iryo y 21 de Renfe.

Gana Adif, pierden las compañías

El segundo 'ganador' en la llegada de competencia a la alta velocidad ha sido Adif, la empresa estatal -dependiente del Ministerio de Transportes- propietaria de las infraestructuras y que cobra a las tres compañías por su utilización. Son los cánones que Ouigo e Iryo reclaman que se bajen y que en uno de los lances de su enfrentamiento con la compañía francesa Puente advirtió hace unas semanas que no lo haría, dado que con su política de bajos precios demostraba "no necesitarlo". La CNMC dice que el año pasado Adif ingresó 148 millones, un 52% más que en 2019, cuando solo operaba Renfe.

Por el contrario, la apertura a la competencia del transporte ferroviario de pasajeros no ha sido igual de buena para los resultados de las compañías. "Casi todas presentan resultados negativos", dice la CNMC, que no especifica cuál de las tres los obtiene positivos. En todo caso, todo apunta a que sería la italiana Iryo, teniendo en cuenta que Puente denuncia que Ouigo tira los precios mientras pierde cada año 40 millones que respalda el Estado francés a través e su 'renfe', la SNCF, y que eso arrastra a Renfe a tener "malos" resultados.

"Los ingresos totales de las tres empresas con capacidad marco en los corredores en competencia distan poco de los que obtenía RENFE preliberalización y casi todas presentan resultados negativos", dice la CNMC, que lejos de reproducir los argumentos del ministro, añade que "la entrada a un mercado como el ferroviario es costosa y no pueden esperarse beneficios en los primeros compases de actividad, pero en este caso las restricciones a la movilidad en pandemia y el incremento de los costes de la energía han empeorado la situación".

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