Jordi Cañas, la lucha de un historiador contra la extinción de Ciudadanos

Jordi Cañas (1969, Barcelona), orgulloso capitán del 'Equipo España', se prepara para comandar lo que a todas luces parece la última batalla de Ciudadanos. Tras el batacazo de las autonómicas del 28 de mayo de 2023, la desaparición en el Congreso de los Diputados y la extinción -especialmente significativa- en su Cataluña natal, los naranjas se adentran en la campaña de las elecciones europeas del 9 de junio. Las encuestas auguran ya la estocada que pondrá punto y final a la muerte lenta del partido liberal.

Pero Jordi Cañas y su equipo, el "Equipo España", mantienen la compostura y la convicción. Son "útiles" para España y confían en que sabrán convencer a los ciudadanos de que "el futuro de Europa no va de Feijóo o de Sánchez". "Este no es el último pleno de Ciudadanos en el Parlamento Europeo, es el último pleno de Ciudadanos en la legislatura", sentenció Cañas hace escasas semanas ante un periodista de El Español. Lo cierto es que no sería la primera vez que este político regresa de la debacle.

Se trata sin duda de un hombre paciente, que mucho antes de político fue un historiador apasionado por la arqueología y la prehistoria. La arqueología le interesaba precisamente por ese aspecto metódico, lento, no por la épica de las películas de Indiana Jones. Llegó a participar en excavaciones durante su época universitaria, mientras estudiaba en la Universidad de Barcelona. Incapaz de ver un futuro laboral en este campo, encontró una opción atractiva en la cartografía digital. Así es como acabó fundando su primera empresa.

Para entonces ya había nacido en él un interés por la política que lo llevó a adquirir un carné del PSC en 1987. El barcelonés, de abuelo republicano, encontró en los socialistas catalanes la mejor opción para comenzar su militancia. Formó parte del PSC y de sus juventudes, fue un militante apasionado que acabó por desencantarse del partido un 14 de diciembre de 2003. Mientras escuchaba el discurso de investidura de Pasqual Maragall, que había alcanzado la Presidencia de la Generalitat de la mano de ERC e Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa, rompió su carnet de afiliado y quedó huérfano de partido político.

No serían muchos años de orfandad, porque en 2006 Jordi Cañas recuperó el carnet, solo que este era naranja y llevaba el nombre de un pequeño partido recién fundado: Ciudadanos. Los próximos años vendrían cargados de éxitos para Cañas y para su formación, que revolucionó el panorama político catalán. Partícipe del partido desde su comienzo, el barcelonés se ganó rápidamente la confianza de Albert Rivera. En 2008 ya ocupaba el cargo de portavoz nacional, en 2009 asumió la Secretaría de Comunicación. En 2010, cuando la formación revalidó sus tres escaños en el Parlament, Cañas recogió el acta de diputado.

En dos años de legislatura, Ciudadanos logró calar en el electorado catalán, así que en las elecciones de 2012 pasó de tres a 12 diputados. Cañas cobró aún más protagonismo y asumió la Portavocía del Grupo Parlamentario de Ciutadans. Pero en 2014, cuando los mayores éxitos del partido estaban aún por llegar, el portavoz dejó el acta. Lo hizo porque el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña lo imputó por presunto fraude fiscal en una causa que no guardaba relación con sus actividades políticas.

El 25 de abril anunció su decisión: "No soy de los que levantan la bandera blanca. Cuando todo se resuelva y si mis compañeros así lo estiman, volveré a ser un representante público y honraré con mi trabajo a las instituciones. A todos los que se puedan alegrar hoy de esto, les digo que volveré".

Así fue como la carrera de Jordi Cañas fijó su rumbo en Bruselas, donde el partido le encontró un hueco como asesor parlamentario de sus dos eurodiputados, Javier Nart y Juan Carlos Girauta. En 2017, durante la cuarta asamblea de Ciudadanos, Cañas escenificó sus diferencias ideológicas con Rivera, que abogaba por un viraje hacia la derecha liberal. Un desencuentro que no provocó tantas tensiones como las esperadas. "Somos 'brothers in arms", le dijo Cañas a Rivera tras ver derrotada la vertiente socialdemócrata que él defendía para su partido.

Finalmente, Cañas volvió a la primera línea como había prometido. En 2018 quedó absuelto: la abogacía del estado retiró la acusación y al año siguiente el barcelonés ocupó el sexto de los siete escaños que obtuvo Ciudadanos en el Parlamento europeo. Tras la dimisión de Albert Rivera en 2019, Cañas se adhirió a la lista de Inés Arrimadas en las primarias y acabó accediendo al Comité Ejecutivo de la formación.

Ante unas elecciones clave para el futuro de la Unión, el candidato centra su discurso en rechazar la polarización de la política nacional y subrayar que Ciudadanos se presenta para "defender España, no los intereses de un partido". Avanza, además, que su candidatura será "la sorpresa electoral" del 9-J, un primer paso para "volver a la política nacional".

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