Los cuatro acusados de retener, agredir y robar al fundador de Tuenti, Zaryn Dentzel, han reconocido los hechos y han aceptado ser condenados a nueve años de cárcel. Un acuerdo con la Fiscalía rebaja así su petición inicial de 20 años de prisión para cada uno por el asalto al empresario, quien ha dicho que quiere "pasar página" y "cambiar de capítulo en la vida".
La Audiencia de Madrid tenía fechado para este martes el juicio a los acusados por cuatro delitos, considerando que planearon y ejecutaron esa detención ilegal para conseguir 25 millones en bitcoins. Finalmente no lograron este objetivo y solo se llevaron varios objetos del empresario americano y sacaron 2.000 euros con sus tarjetas.
Al inicio, las partes han llegado a una conformidad por la que los acusados reconocen los hechos y la Fiscalía rebaja de 20 a 9 años la petición de prisión para cada uno de ellos, modificando el delito de secuestro por detención ilegal y eliminando el de estafa.
"Se dijeron muchas cosas en prensa, nosotros nunca hemos dicho nada... pero yo soy la víctima, ha sido una cosa horrible; la Policía ha hecho un trabajo excelente y nunca se ha cambiado una historia una sola vez", ha dicho el informático y emprendedor americano. "Todo lo que no te hunde te hace más fuerte", ha añadido, antes de afirmar que estuvo un año sin pisar su piso de Madrid por miedo.
Los hechos ocurrieron el 2 de noviembre de 2021, cuando las cuatro personas asaltaron la vivienda del empresario californiano, a quien maniataron, golpearon y sustrajeron varios objetos de valor como relojes de lujo, aunque lo que pretendían era robarle 25 millones de euros en monedas virtuales.
Dentzel denunció los hechos en cuanto pudo liberarse, y no fue hasta un año después, en octubre de 2022, cuando la Policía informó de la detención de los cuatro presuntos autores: tres hombres y una mujer que entraron en prisión provisional, donde siguen hasta el día de hoy.
La Fiscalía asegura que los condenados idearon "un plan preconcebido" y el 2 de noviembre de 2021 por la mañana mandaron al empresario varios mensajes al móvil en los que fingían ser amiga de una amiga suya para lograr concretar una cita con él y entrar en su vivienda. Acto seguido, las 15.30 horas de ese día, los cuatro acudieron al domicilio de Dentzel.
La mujer fingió ser la conocida que esperaba mientras el resto se escondía y así abrió la puerta, momento en el que irrumpieron en la casa con cuchillos, botes de espray de pimienta, dos pistolas Táser y grilletes metálicos. Se abalanzaron sobre él, echándole el espray irritante en los ojos, tapándole la cabeza con una capucha y poniéndole unas esposas.
Así le taparon la cara, le tiraron al suelo, le golpearon y le amenazaron con la intención de obtener sus claves del monedero digital. Al no conseguirlo, porque se necesita a otra persona para ese proceso, abrieron la caja fuerte, se apoderaron de relojes y de dos tarjetas de crédito, con las que sacaron 2.000 euros. Además, también golpearon y amenazaron a un técnico que estaba arreglando la calefacción en el piso, hasta que decidieron irse de la vivienda sobe las 19.10 horas.
