Ribera, la candidata del PSOE referente de la agenda verde con el foco puesto en la defensa de una UE progresista y feminista

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, encara la contienda política hacia las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio en calidad de uno de los referentes europeos del pacto verde y la descarbonización de la economía de la UE. Una vez entrada en harina, este perfil ha pasado a un segundo plano para centrarse por parte del PSOE en la férrea defensa de una UE "feminista" y "democrática" y como parte del objetivo de las fuerzas progresistas para frenar el avance de la extrema derecha.

"Cuando hay una crisis, importa quién está al frente de las zonas de decisión. Honestamente, no quiero ni hombres de negro para resolver crisis, ni señores con el brazo en alto, que se está volviendo a poner de moda según donde. ¡No los quiero ni ver!", clamó Ribera la semana pasada, en el acto de presentación de la lista electoral del PSOE en Sevilla. Con un tono plenamente mitinero, alejado del perfil técnico con el que llegó al Gobierno de Pedro Sánchez en 2018 pero que le es cada vez más habitual, Ribera apuntaba así a la principal diana que ha marcado el PSOE de cara al 9-J, cerrar el paso a la ultraderecha europea -a Vox en España- y a los partidos conservadores que no descartan pactar con ella y que "la abrazan", incluida la actual presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y, en España, el PP. "Es muy importante que los ciudadanos entiendan que el ejercicio de su privilegio y derecho de frenar a la extrema derecha es más importante que nunca", decía recientemente en una entrevista en televisión.

Llama de la agenda verde y muro frente a los ultras

Sánchez decidió lanzar a la vicepresidenta que le abría puertas internacionales años antes de que ambos estuvieran en un Gobierno para enviar a Ribera a Bruselas, en un momento en el que la guerra de Ucrania y la cercanía de la represalia de Israel sobre Gaza han llevado a la UE a la conclusión de que debe estar preparada para la contienda y, en consecuencia, a gastar mucho más dinero para ello.

Los fondos que se destinen a una Defensa europea no se destinarán a la transición ecológica a la que ha estado consagrada Ribera desde hace décadas y en particular desde que se convirtió por primera vez en ministra hace seis años. Tanto ella como el sector energético y medioambiental, competencias de su Ministerio para la Transición Ecológica, mantienen que queda todavía mucho por hacer en el cambio hacia una economía descarbonizada y, de hecho, el Gobierno ya reclama abiertamente nuevos recursos económicos a partir de 2026, cuando se terminará el Fondo de Recuperación y Resilencia que nació de la pandemia por Covid. "Proponemos dotar a la Unión Europea de nuevos instrumentos de financiación para cubrir la brecha que nos separa de las necesidades de inversión que requiere la transición ecológica", dicen los socialistas en su programa electoral para el 9J.

El objetivo de Ribera de mantener viva la llama de la agenda verde europea frente a una UE en pleno rearme se ha convertido con el paso de las semanas en otra metra meta, la de convertir al PSOE y a las fuerzas progresistas europeas en general en muro de contención del previsible aumento de representación de los partidos de extrema derecha y los partidos que 'contemporizan' con ella. Esta es la estrategia de los socialistas, aprovechar el oxígeno del buen resultado de las elecciones catalanas e incidir en el aviso sobre la involución que provocaría una UE en la que partidos como Vox o líderes como la italiana Giorgia Meloni sean determinantes de sus políticas porque partidos como el PP los necesiten para gobernar las instituciones, ya sea el Parlamento Europeo o, mucho más importante, la Comisión Europea.

"Teresa Ribera es avance y frente a ella quien apuesta, quien no cree en Europa y quien quiere volver al pasado", asegura el PSOE al final de una precampaña de la que han estado prácticamente ausentes los mensajes sobre la materia que domina Ribera, las políticas climáticas o la agenda verde, sobre la que sectores de la agricultura expresan un temor que han recogido como suyos el PP o Vox. En su lugar, Ribera aparece como la punta de lanza del PSOE por una UE de la "democracia", la igualdad entre hombres y mujeres, de iguales derechos para todos o de la paz, con la inserción también del reconocimiento del Estado palestino por parte de España, que previsiblemente no será con la UE en bloque.

"Es una mujer feminista, ecologista, que representa lo mejor del socialismo europeo", la definió hace unos días la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, número 2 de Sánchez, también en el PSOE, que llegó a hablar del "acto de generosidad que hace el presidente" por dejarla marchar de su Gobierno a Europa.

Ribera es, añadió Montero, "un grito permanente por lo verde", aunque las políticas climáticas hayan quedado, al menos, en una precampaña centrada en subrayar el "muro" que el PSOE quiere levantar frente al avance de la extrema derecha.

Restauración de la naturaleza e impuestos verdes

No ocurre así, sin embargo, en el programa electoral del PSOE para el 9J donde sí están muy presentes los 'temas' de Ribera que se dispone ir "más allá" del Pacto Verde ya existente y que marca compromiso con los objetivos marcados de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, apuesta por que la UE "lidere" la lucha internacional contra la contaminación del aire, del agua, ecosistemas y suelos y hace especial hincapié en seguir desplegando las energías renovables como impulsoras de la competitividad y "de manera garantista con las personas y con el medio ambiente" y al equilibrio en los territorio. Ribera también se compromete a perseverar para que la controvertida Ley de Restauración de la Naturaleza vea la luz en la UE, así como medidas para hacer más competitiva la agricultura para que, también más ecológica, se conserve como medio de vida en el entorno rural.

La todavía vicepresidenta tercera, que lleva en su candidatura a muchos eurodiputados que en los últimos años han trabajado y hecho posible la aprobación de leyes sobre energía y transición ecológica, también se compromete a promover una segunda reforma del mercado eléctrico en la UE para definir los mecanismos de crisis que quedaron difuminados en la que se cerró hace apenas unos meses, y apuesta también por "instrumentos de fiscalidad ambiental", en la UE, en forma de "impuestos y desgravaciones medioambientales" para que "las empresas sean más respetuosas con el medio ambiente" y "aumentar el coste de las actividades contaminantes"

Con todo, la meta final de Ribera no es ocupar un escaño en la Eurocámara, sino convertirse en la nueva comisaria española en el nuevo mandato de la Comisión Europea que echará a andar después de que se renueve el Parlamento Europeo en las elecciones de dentro de dos semanas. Allí, el objetivo es mantener la vicepresidencia que en los últimos cinco años ha ostentado Josep Borrell, no como representante de la Política Exterior de la UE sino como 'jefa' europea de las políticas climáticas.

Zircon - This is a contributing Drupal Theme
Design by WeebPal.