Ursula von der Leyen, la 'dama de hierro' contemporánea que se multiplicó en los tiempos más duros para la UE

Ursula von der Leyen se ha convertido en una 'dama de hierro' para la Unión Europea en sus tiempos más exigentes y complicados. Su nombre es uno de los que más portadas copa de cara a las elecciones europeas (6 al 9 de junio) y es que la historia de la Unión está llena de grandes nombres. Desde los padres y madres fundadores -aunque de las segundas apenas se hable- pasando por Jaques Delors o Simone Veil, e incluso por un Mario Draghi que se erigió como el "salvador del euro" en los momentos de mayor zozobra para el proyecto europeo. La alemana ya puede decir que forma parte de ella y quiere seguir al frente de la Comisión Europea.

Von der Leyen ya ha dibujado las líneas maestras del que sería su segundo mandato: más inversión en Defensa, nada de acercamientos con "los amigos de Putin" y una UE más independiente en la escena global. "Es importante la relación trasatlántica", dijo sobre los vínculos con Estados Unidos, pero ese 'matrimonio', avisó, tiene que darse "con más Europa" que en el pasado. En ese escenario, la alemana ha abierto la puerta a pactar con parte de la derecha radical, esto es, con ECR, el grupo liderado por Giorgia Meloni; pero no con ID, la familia fundada por Matteo Salvini y Marine Le Pen. Esa vía ya es distinta a las planteadas durante toda la legislatura pasada, donde el mandato de Von der Leyen ha estado apoyado en un acuerdo entre PPE, socialdemócratas y liberales, también con el respaldo a veces de los Verdes.

Su caso es particular. Llegó al cargo de rebote. Ursula von der Leyen era una desconocida para el gran público en el año 2019. La presidencia de la Comisión Europea se disputaba entre el conservador Manfred Weber y el socialista Frans Timmermans, pero los resultados de las elecciones y los recelos de los líderes de los 27 sacaron a ambos del sprint final. En medio de duras negociaciones emergió el nombre de quien había sido ministra de Defensa con Angela Merkel: nacida en Bruselas y con experiencia a distintos niveles. Von der Leyen parecía que iba a pasar casi sin pena ni gloria por el Berlaymont, pero la legislatura le esperaba llena de vivencias sin precedentes; para la mayoría de voces ha estado a la altura.

En torno a la UE ha aumentado el foco mediático y por tanto también la exigencia. Von der Leyen lo sabe y ya ha lanzado importantes avisos para el que puede ser su segundo asalto. De momento, ha cerrado la polémica sobre la división en el PPE entre ella y Manfred Weber, tal como se vio en la rueda de prensa que dieron ambos para 'impulsar' la candidatura de la líder del Ejecutivo comunitario. Ahora todo va mucho más rápido en Bruselas. "Yo trabajo con pro europeos, pro OTAN, pro ucranianos, con grupos que claramente apoyan nuestros valores democráticos", avisó cuando fue preguntada por un posible acercamiento con la derecha radical tras las elecciones. Es ella quien manda.

Así, la exministra tiene una gran línea roja llamada Vladimir Putin: no habrá freno a los posicionamientos de Bruselas contra Rusia y favor de Ucrania, y eso se va a mantener en un segundo mandato con Von der Leyen al frente. "Con quienes estén en contra del Estado de derecho, ¡imposible! Con los amigos de Putin, ¡imposible!", sentenció. Siempre se ha definido como "europea" y en ese calificativo no caben coqueteos con el Kremlin ni dudas sobre el futuro de la UE. Con Ursula von der Leyen en el Berlaymont parece que se empieza a hablar el lenguaje del poder.

El pasado lustro ha dejado grandes momentos en torno a la figura de la germana, que empezó titubeante y ahora ha entrado en un bucle extraño con polémicas por la financiación de su campaña o por los nombramientos en su círculo de confianza. Von der Leyen es de momento presidenta y candidata, una convivencia muy complicada por momentos. Eso sí, la clave de la líder de la Comisión ha estado en que se ha hecho conocer.

"Si hablas de la UE la gente la identifica rápido, eso es algo que pocos presidentes consiguieron en el pasado", resumen fuentes consultadas por 20minutos. Y ese es uno de los puntos fuertes que tiene para las elecciones de junio. Su entereza se vio con la polémica del Sofagate, cuando quedó apartada de la foto oficial en un viaje junto a Michel a Turquía. Entonces Von der Leyen defendió no solo su labor, sino la de "todas las mujeres" en posiciones parecidas a la suya. Sumó entonces muchos puntos. El respaldo a Ucrania o la apuesta por los fondos de recuperación tras la pandemia han sido otros 'goles' de la alemana.

¿Y las dudas? Una sobre todo muy importante. Lo cierto es que Von der Leyen llega entera a la cita clave con las urnas, y poco desgastada pese a las duras críticas recibidas por su rápido viaje a Israel tras los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre. El Parlamento Europeo puso el foco sobre ella, y es precisamente la Eurocámara la que tiene que aprobarle el examen si quiere seguir al frente del Ejecutivo comunitario. Además, habrá que ver cómo cambia su discurso sobre todo en dos temas: la migración y el Pacto Verde. En el primero los últimos meses ya dan muestra de un pequeño giro; Bruselas empieza a admitir que los postulados de la Italia de Giorgia Meloni son en parte válidos, igual que los acuerdos con terceros países para controlar los flujos. Estos acuerdos, de hecho, han desencadenado duras críticas por parte de la Eurocámara.

La agenda medioambiental es todavía más peliaguda, porque ha sido motivo de división en el propio PPE, en normas como la ley de restauración de la naturaleza, así como en lo relativo a las protestas de los agricultores. Ese Pacto Verde ha acelerado durante la legislatura que ahora acaba, pero Bruselas no descarta darle un nuevo enfoque, en parte por motivos ideológicos y en cierto modo también por el peso que empieza a tener la derecha radical en algunos gobiernos de los Estados miembros.

Las posibles contradicciones en las que caiga pueden, de hecho, ser las que pongan en peligro su reelección. Es la 'única' candidata. Es una forma de hablar, pero la campaña se ha convertido en un "todos contra Von der Leyen" y eso hace que la presidenta tenga que correr unos riesgos importantes que la pueden incomodar. En 2019 no necesitó proponer nada para ser elegida, ahora sí y parece que necesitará equilibrismos complicados. De momento no hay nadie con 'cuerpo' suficiente, pero que suene el nombre de Mario Draghi ya parece un aviso. Roberta Metsola, el primer ministro croata Andrej Plenkovic o el líder rumano Klaus Iohannis están también en la lista. Ni siquiera Von der Leyen puede dar su puesto por asegurado.

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